Los piercings
forman parte de nuestra imagen y son muestra de la personalidad de cada
persona. Mucha gente los luce. Pero cuando se acerca el día de la boda es
posible que te plantees qué hacer con el piercing,
si es mejor quitarlo o dejarlo. Esto es decisión tuya y deberás hacer lo que te
haga sentir cómoda. Lo importante es que te sientas espectacular en tu boda y
seas tú misma.
La novia clásica siempre tiene su protagonismo, pero ahora ha
dejado paso a la nueva mujer independiente, sofisticada y moderna. De esta
manera, los piercings son símbolo de
libertad y muestra de un estilo único. Siéntete única y no te escondas. Si
quieres llevarlo, llévalo. Si te sientes segura de ello y va acorde con el tipo
de vestido de novia que vas a llegar, será un acierto que te lo dejes. Un
piercing pequeño y discreto puede ser un complemento más con tu look de novia.
Aún así, si te aferras a la idea de ser una auténtica
princesa en tu boda, ¡genial! Si decides quitártelo, la marca que quedará será
insignificante y no se apreciará, y podrás disimularla con maquillaje.
Decidas lo que decidas, lo importante es que te sientas única
y radiante.
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